domingo, 13 de abril de 2008

Lo que pasó después del asalto

Después del asalto, Mendoza huyó junto a su amigo y líder de la banda, Ramón Córdova Olave. Vieron las patrullas de Carabineros en el frente del frigorífico y corrieron por la parte trasera. Atravesaron un sitio eriazo y llegaron a calle Cordillera. "¡Apúrate, chico!", le gritaba Córdova. Atrás iba el cabo segundo Cuevas, intentando detenerlos. Mientras corría, Mendoza recuerda que logró escabullirse del carabinero, escondiéndose en medio de unos arbustos. Mendoza quedó detrás del carabinero y su amigo, como espectador de la fuga.

Vio que el cabo Cuevas perseguía de muy cerca a Córdova, apuntándole con su revólver 38 especial.

En ese minuto, asustado porque el carabinero iba a disparar en contra de su amigo, Mendoza descargó los tiros de una pistola calibre 9 mm. al cuerpo del cabo.

Mendoza y Córdova son más que cómplices ocasionales, unidos por azar en un asalto. Ambos mantienen una larga amistad y una admiración recíproca. El "Feli" -nombre que recibe Mendoza por parte de sus amigos- ve en Córdova un ejemplo a seguir. Lo deslumbra la inteligencia de éste en los atracos y las actividades comerciales, que le han otorgado una vida cómoda y lujosa. Mientras que Córdova advierte en Mendoza su reflejo, un joven delincuente con "aspiraciones" en el "negocio".

Prueba de ello, es que Córdova pagó con su dinero una fianza de retorno que al "Feli" le permitiría salir del país, pese a estar en libertad provisional.

El abogado Inzunza, quien tramitó esas diligencias, manifestó que "Ramón me contrató para ver en qué estados estaban las causas de Felipe. Ordenar su situación y pedir la autorización para que viajase al extranjero".

Ahora, la amistad entre ambos pistoleros es más fuerte. Córdova sabe que después del asalto al frigorífico, su amigo le salvo la vida.

"Siempre estuvo preocupado por su situación. Nos dijo que si lo mataban, no dejáramos botado al 'Feli'", dijo un miembro de la familia Córdova.

Pocos minutos después de comenzada la reunión entre Mendoza y el abogado, al lugar entró Córdova. Los amigos se encontraron por primera vez. Un breve abrazo siguió con un fuerte apretón de manos. Ambos preguntaron por el escenario judicial que enfrentarán.

"Habiendo cesado la incomunicación y siendo la misma causa, los puedo atender a los dos juntos", explicó Inzunza.

El abogado comentó que "están más tranquilos, pero obviamente saben que están en una situación muy delicada".

"Fue una conversación personal, de fondo. Están arrepentidos porque jamás pensaron en ir y matar a dos carabineros. Obviamente, ese era un riesgo", indicó el abogado.

Cuatro gendarmes terminaron con el encuentro. Encadenados, Mendoza y Córdova regresaron a sus celdas.


SEIS MESES permanecerán Felipe Mendoza y Ramón Córdova en el Módulo de Máxima Seguridad (MAS) de Gendarmería.

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